Una de las constantes que encontramos en niños y adolescentes que tienen un buen rendimiento escolar, más allá de sus características o habilidades individuales, es la capacidad de asumir sus responsabilidades académicas. Son alumnos y alumnas que saben organizar su tiempo y que han adquirido hábitos de estudio y de realización de tareas.
Es tarea fundamental de los padres de familia facilitar en sus hijos, según la edad y grado, la capacidad de organizar su tiempo y favorecer el desarrollo de hábitos y habilidades que les permitan cursar con éxito cada una de las etapas escolares.
Aprender a organizar su tiempo, ser disciplinados en lo que se han propuesto realizar, dedicar tiempos específicos tanto para realizar tareas como para estudiar, les permite crecer en el valor de la responsabilidad. Además, el desarrollo de estos hábitos es importante porque:
– Refuerza en ellos el aprendizaje y les capacita para participar en clase y tener éxito en las evaluaciones.
– Les permite a los alumnos sentirse más seguros y confiados en sus capacidades para superar las diferentes actividades escolares y aumenta las posibilidades de conseguir un alto rendimiento escolar.
– Les ayuda a desarrollar sus capacidades lingüísticas y cognitivas tales como la atención y la memoria. Es igualmente importante para la maduración personal, social e intelectual.
– Implica constancia y perseverancia, factores fundamentales para el éxito personal y académico.
– Los niños y niñas con buenos hábitos de realización de tareas y de estudio serán más capaces de adaptarse y desarrollar con éxito las labores que desempeñarán en sus puestos de trabajo.
Fuente: Paniagua, Susana, ¿Por qué es tan importante el hábito de estudio?, tomado de: