«…y lo ha llenado del espíritu de Dios, y de sabiduría, entendimiento, conocimiento y capacidad creativa. El Señor los llenó de habilidad para realizar diversas labores y les dio también espíritu de inventiva.
(Éxodo, 35, 31.35)
Ayer en la Iglesia celebramos la fiesta de la Santísima Trinidad, en la que recordamos, celebramos y agradecemos la presencia cercana y amorosa del Padre, del Hijo y del Espíritu. Cada una de las personas de la Trinidad tiene una misión: el Padre crea, el Hijo salva y el Espíritu santifica. Reconocemos que un elemento esencial en el ser de Dios Padre es el ser creador; nuestro Dios es creativo por naturaleza, y al ser nosotros, hijos suyos, llevamos en nuestras entrañas esta capacidad creadora.
La creatividad en el ser humano es un don de Dios, un don generador, una capacidad creativa que Dios ha compartido con nosotros… se nos ha dado un espíritu de inventiva. Y al ser don de Dios, se nos da no para beneficio personal, sino para desarrollarlo, compartirlo y generar el bien común.
Te propongo tres momentos o acciones para vivir plenamente el regalo de la creatividad que se nos ha dado: Reconocer, agradecer y vivir…
En el primer momento date tiempo para reconocer la creatividad presente en ti. Hablamos de re-conocer, es decir, darte oportunidad de conocer la creatividad que hay en ti, en tus pensamientos, en tu imaginación y fantasía, en tus sueños y proyectos, en las palabras que has expresado, en las cosas concretas que has hecho, en los pasos que has dado…
De este primer momento brota naturalmente el segundo: agradecer la capacidad creativa, el espíritu de inventiva presente en ti. La gratitud nos sitúa en un nivel inter-relacional e interdependiente y además genera en nosotros mayor humildad. Nos saca del egocentrismo y genera la conciencia de que nuestra vida tiene que ver con el Otro y con los otros, con Dios y los demás.
El tercer momento sería el que va de la gratitud a la gratuidad: es el momento de vivir el don de la creatividad para ti y para otros. La gratuidad consiste en dar gratuitamente a otros lo que tú has recibido gratuitamente. Que tus pensamientos, tus palabras y tus acciones sean para amar, crear, unir, transformar, construir, impulsar, apoyar, consolar, cuidar, proteger, fortalecer, solidarizarte, servir…
¡Reconoce, agradece, vive el don de la creatividad que se te ha dado, el espíritu de inventiva presente en ti!