La palabra “Plenus” tiene que ver con plenitud, con ser hombres y mujeres plenos.
Podríamos entender “Plenus” como sinónimo de “plus”, ese “más cualitativo” que marca nuestra identidad como institución educativa.
La honestidad es uno de nuestros valores más preciados. Muchos de nuestros procesos formativos tienen la intencionalidad de sembrar, hacer germinar y desarrollar esta virtud en cada uno de los alumnos.
Soñamos con que cada uno de nuestros alumnos asuma los diversos valores que acompañan a la honestidad. Queremos que aprendan a ser amigos de la verdad, y para ello, la sinceridad los acompaña. Y que siendo sinceros, sean también congruentes con lo que piensan, con lo que dicen y con lo que hacen, siendo leales a sí mismos y desarrollando lealtad hacia los demás. Y siendo sinceros y congruentes serán personas honorables, porque actuarán con rectitud y honradez y serán dignos de confianza y respeto.
Y el “Plenus”, el “plus cualitativo”, la expresión plena de la honestidad será la integridad. Vivir con integridad tiene que ver con entender, aceptar y escoger vivir conforme a principios éticos; es haber adquirido una serie de valores que permiten a la persona actuar rectamente en todo momento, aún cuando nadie lo ve. La persona íntegra muestra consistentemente que vive en la verdad, es congruente, justa, transparente y libre de corrupción, mentira e hipocresía.
Nuestros alumnos serán plenos porque serán personas íntegras, viviendo y actuando siempre apegados a los valores de la sinceridad, la rectitud, la honestidad, la verdad y la equidad y la justicia, tanto en su trato con los demás como para consigo mismos.