Al inicio del mes de marzo, en el contexto de la cuaresma y del valor de la honestidad, les propusimos hacer un alto, para revisar nuestra vida, palabras, pensamientos y acciones en clave de honestidad. Continuando con esta propuesta, los invitamos a revisar la propia vida desde la perspectiva de la congruencia, y los invitamos también a formar este valor en sus hijos.
La congruencia implica vivir en sintonía con nuestros pensamientos, creencias y valores. Para los padres de familia, ser congruentes significa que lo que piensan y dicen está en sintonía con sus acciones.
Papá y Mamá, son un “espejo vivo” para los hijos, son modelos de comportamiento en los que sus hijos “se reflejan” y aprenden. Cuando nuestros hijos observan que nuestras acciones cotidianas están en sintonía con lo que decimos o con los valores que predicamos, van aprendiendo la importancia de vivir en honestidad personal. Cuando observan que no hay ruptura entre lo que decimos y hacemos, estamos formando en ellos, como riego de goteo, el valor de la congruencia.
En sentido opuesto, la incongruencia “deforma” el valor que queremos formar en nuestros hijos. Hacer lo contrario a lo que decimos o predicamos, es un mensaje contradictorio y genera confusión en ellos.
Nuestra vida, la manera cotidiana de vivir, ¿ayuda a formar el valor de la congruencia en nuestros hijos? La invitación a hacer un alto para revisar nuestra vida en clave honestidad y congruencia, tiene precisamente como objetivo el darnos cuenta, ser conscientes de cómo nuestra manera de vivir está contribuyendo a la formación del valor de la congruencia en nuestros hijos. Si estamos siendo congruentes, a seguir caminando por ese sendero.
Si al revisar nos hacemos más conscientes de nuestras incongruencias, estamos a tiempo de cambiar (es propio el sentido del tiempo de la conversión). La congruencia también se expresa cuando reconocemos nuestros errores, cuando verbalizamos que nos equivocamos, cuando somos capaces de decir “me equivoqué”, cuando pedimos disculpas y mostramos una disposición para corregir o cambiar. Si no estamos siendo congruentes, es momento de cambiar y de comenzar a caminar por el sendero de la congruencia.
Fuente: https://enunion.org.mx/