Antes de entrar de lleno con las reflexiones sobre la empatía, les proponemos un texto más sobre el respeto y la civilidad, considerando que éste es un valor esencial en las relaciones interpersonales y que necesita hacerse concreto en la vida de nuestra gran comunidad Plenus.
La civilidad se refiere al trato entre dos o más personas, a la forma en la que interactúan entre sí, a cómo conviven y se tratan unas a otras. La civilidad es un sinónimo de respeto, amabilidad, cortesía, bondad que se manifiesta en la atención o afecto que tiene alguien a otra persona.
El trato con los demás es parte esencial de nuestra vida diaria, por eso debemos tener la capacidad de llevar el respeto, la amabilidad, la cortesía y el orden a toda la sociedad en su conjunto y crear un clima propicio para la convivencia y la participación de todos.
La civilidad no es algo con lo que se nace, se adquiere con la educación que sale de un principio central: todas las personas tienen una misma dignidad y merecen un trato digno y respetuoso.
Yokoi Kenji, conferencista colombiano-japonés, narra la siguiente historia en un video en el que trata el tema de la integridad: “Un padre de familia entra en el parque de diversiones y pide boletos para menores y al entregárselos a sus hijos, regresa uno a la expendedora diciéndole: ‘él paga más, ayer cumplió años’. La expendedora le dice: ‘tan honesto usted, si no me dice no me doy cuenta’. Él no dice nada, solo sonríe y piensa: ‘¡Qué locura! ¡Ella no se da cuenta, pero mis hijos sí! De qué me sirve engañar al mundo entero si hay una generación que nos sigue, que está viendo lo que somos’. Dicen que los niños solo aprenden el 30 por ciento de nuestras palabras o nuestros discípulos o seguidores solo aprenden el 30 por ciento de nuestras palabras, el otro 70% lo emulan de lo que somos y hacemos”.
Comparto esta historia por la importancia de educar a nuestros hijos en valores. Si queremos educar a nuestros hijos en el respeto y en la civilidad, tenemos que ser congruentes tanto con lo que decimos como con lo que hacemos. Recordemos que ellos aprenden de lo que somos y hacemos, se fijan en cómo respondemos a los demás, cómo resolvemos nuestras diferencias, cómo tratamos a los demás, cómo pedimos las cosas… algunos ejemplos de situaciones que suceden en la vialidad:
- Ven si respetamos los límites de velocidad señalados en el reglamento del Colegio (10 km/h).
- Observan si utilizamos o no el teléfono celular mientras conducimos.
- Escuchan nuestros comentarios, nuestras opiniones o comentarios que hacemos de los demás.
- Están atentos a cómo respondemos cuando alguna maestra, algún profe o alguno de los vigilantes nos dan una indicación (porque bajamos a nuestros hijos en doble fila, cuando excedemos los límites de velocidad o cuando nos estacionamos donde no nos corresponde).
- Ven cómo rebasamos sin tener precaución o cómo le ganamos el lugar a otro padre de familia que estaba antes que nosotros.
- Ven si tratamos a los demás con respeto o si somos prepotentes.
- Escuchan nuestras excusas o justificaciones a sabiendas de que algunas de ellas son mentiras.
¡COMUNIDAD PLENUS: padres de familia, docentes, administrativos, personal de servicio, seamos corresponsables y asumamos el reto de formar a nuestros hijos/alumnos en la virtud de la civilidad!
Fuentes: https://losvalores.org/que-es-la-civilidad/
https://www.youtube.com/watch?v=bayZTLjo7rg