Noviembre llega con el regalo de la empatía, uno de nuestros Valores Plenus, para sacudir nuestro corazón y tender un puente al corazón de los demás.
La empatía es un valor que viene a despertarnos de nuestra indiferencia, mal crónico de nuestro tiempo, que tiene como consecuencia el endurecimiento o enfriamiento del corazón, mal que nos hace encerrarnos en nosotros mismos, que nos nubla la mirada, que nos ensordece, nos hace insensibles y, en última instancia, nos lleva a no ver ni escuchar o sentir a los demás, haciéndonos creer que la necesidad, el dolor o la situación de los demás es solamente de ellos y que nada tiene nada que ver con nosotros.
Desde una perspectiva creyente, afirmamos que Dios nos pensó, nos soñó y nos hizo a su imagen y semejanza: nos dio la capacidad de amar, servir y ayudar; nos dio un corazón de carne capaz de sentir, de afectarnos y dejarnos mover por lo que otros viven, un corazón capaz de sentir compasión y salir al encuentro del otro. Nos dio sentidos para poder ver, escuchar, sentir, palpar o intuir lo que los demás viven. Dios nos formó para el encuentro, la colaboración, el apoyo mutuo. No nos pensó aislados o indiferentes.
En el Colegio Plenus queremos colaborar con el “sueño de Dios”. El valor de la empatía nos pone en sintonía con su sueño y nos mueve a trabajar en el corazón de nuestros alumnos, desarrollando en ellos su sensibilidad y sentidos, para que desde sus propias cualidades, habilidades y talentos, sean capaces de ponerse en los zapatos de los demás, tendiendo un puente al corazón de los demás, para sintonizar, percibir, sentir y comprender lo que la otra persona está viviendo. ¡Queremos que el valor de la empatía mueva a nuestra gran comunidad, al encuentro, a la colaboración, al apoyo mutuo!