Desde que el ser humano empezó a vivir y convivir en comunidad comenzaron a aparecer las normas, los códigos morales, los acuerdos, para lograr vivir en armonía y, desde entonces, el respeto se convirtió en un valor esencial para las relaciones interpersonales.
Dios ha bendecido a nuestra gran familia Plenus y lo palpamos no solo en la infraestructura, las instalaciones o los programas formativos y educativos, sino también que hay nuevas familias que se incorporan.
Sabemos que toda bendición conlleva la apertura para reconocer, acoger, agradecer y hacer crecer el don recibido. Una manera concreta de agradecer y hacer crecer esta bendición es favoreciendo la vivencia del valor del respeto, que implica, entre otras acciones:
- Conocer y respetar el reglamento escolar.
- Respetar a los compañeros de salón y a las maestras y profesores. Implica también valorar y respetar a cada persona que conforma esta gran familia.
- Respetar los códigos de vestimenta, acudiendo a clases con el uniforme que corresponde a cada jornada.
- Respetar la normativa referente al uso de dispositivos electrónicos.
- Respetar y promover un buen ambiente de aprendizaje en el salón, favoreciendo la escucha y la atención.
- Respetar y cuidar las aulas y en general las instalaciones que usamos, procurando dejar limpio el lugar que utilizamos, sea para trabajar, hacer tareas, comer o platicar.
- Respetar nuestras pertenencias y las de los demás, no tomando lo que no es de nosotros y haciéndonos responsables de las nuestras.
- Respetar límites de velocidad en vialidad y respetar lugares reservados.
- Respetar los horarios de entrada y salida, procurando llegar puntuales en la mañana y recoger a tiempo a nuestros hijos. Esto implica respetar la hora de entrada y salida de cada sección. Especialmente, al momento de recoger a nuestros hijos, procurar llegar a la hora que como sección nos corresponde, para no generar un caos en la vialidad.
En el Colegio Plenus queremos que el respeto sea la manera habitual de relacionarnos: entre personal del Colegio (docentes, directivos, de servicio, administrativos y vigilantes) y padres de familia; en la relación interpersonal entre padres de familia, en la relación entre alumnos y en la relación entre docentes y alumnos. El ejemplo de la vivencia del respeto a los demás, será una forma práctica de formar este valor en nuestros hijos y alumnos.