El respeto es una virtud que pide salir del “ensimismamiento” en el que el mundo, el ritmo de vida y, especialmente, la tecnología digital nos han envuelto. Paradójicamente, vivimos inmersos en nosotros mismos, sin siquiera tomar conciencia de que existimos, sin apreciar lo valioso y bello de la vida, y muchas veces, sin agradecer que coexistimos con otros.
En el Colegio Plenus queremos romper esta inercia, proponiendo el respeto como valor fundamental y situándonos en una dimensión relacional.
El respeto es una virtud que nace en el corazón de la persona que se reconoce en su dignidad, que sabe apreciarse y valorarse. Así, el respeto se traduce en una manera vital de relacionarse consigo mismo, con los demás, con su entorno natural, social y con Dios.
El respeto es mirar, considerar, apreciar, valorar a alguien. Parece algo tan sencillo de realizar: levantar la mirada, reconocer que hay alguien a mi lado, que no es “mi mundo”, sino “nuestro mundo” y apreciar que la vida se construye en relación con los demás, aceptando que hay normas básicas de convivencia.
Es muy cómodo estar instalado en lo individual, en “mis gustos, intereses y necesidades”, actitud que muchas veces lleva a no respetar a los demás. Lo difícil, más no imposible, está en romper esta esfera, salir del “yo” y pensar en el “nosotros”. Reflexionar comunitariamente permite que lo difícil se torne sencillo y que el respeto, como forma de vida, sea posible.