Comenzó diciembre, comenzó también el tiempo litúrgico del Adviento y en nuestro Colegio Plenus la empatía nos impulsa a vivir el valor de la generosidad. En Plenus lo sabemos bien: el camino natural de la empatía es la generosidad. La empatía Plenus no se contenta con “sentir y comprender al otro en su situación”, sino que se transforma en generosidad para verdaderamente estar, sentir, amar, acompañar, apoyar, donar, compartir.
El Adviento es un tiempo litúrgico que tiene dos movimientos, uno que nos lleva a prepararnos a celebrar el nacimiento de Jesús; el otro movimiento, nos lleva a estar atentos, en la certeza de que en cualquier momento Jesús se hará presente en nuestra vida. Orar, esperar, estar atentos, vigilar, son las actitudes propias de este tiempo. El Adviento es un tiempo que busca despertar y sacudir el corazón, los sentidos y, especialmente la fe, para encontrarnos con Jesús y con los demás.
El movimiento de la empatía a la generosidad es el movimiento natural del Verbo Eterno que viene a nuestra carne, para ser el Emmanuel, el Dios con nosotros, Dios y hombre verdadero, que vive plenamente nuestra humanidad; que se encarna y nace revestido de humana fragilidad, no para resolvernos la vida, sino para hacerse uno con nosotros y mostrarnos el camino que lleva la plenitud: el amor incondicional, el perdón, la gratuidad, la empatía, la generosidad, la solidaridad.
Es el camino que queremos recorrer en nuestro Colegio Plenus: ¡Que en este tiempo de Adviento, Dios nos conceda vivir profundamente la experiencia de caminar de la empatía a la generosidad! ¡Que nos dejemos mover por los mismos sentimientos y actitudes de Jesús: el amor incondicional, el perdón, la gratitud y la solidaridad!