Ser responsable es ser capaz de realizar las tareas y responder por los compromisos que se nos han asignado o que hemos asumido. Significa también vivir el comportamiento, las actitudes y la conducta que se esperan de nosotros, e implica asumir conscientemente las consecuencias de nuestros actos.
Para educar en la responsabilidad, tanto en la familia como en el colegio, es necesario indicar a nuestros hijos o alumnos el comportamiento o conducta que se espera de ellos; también es necesario asignarles algunos deberes o tareas a desarrollar (según la edad y capacidad). En todo esto es de suma importancia que ellos sean conscientes tanto de lo que se espera de ellos como de las repercusiones o consecuencias de sus acciones u omisiones.
Por tanto, asigna a tus hijos algunos deberes, conforme a su edad.
Platica con ellos acerca de lo que esperas de ellos, tanto en lo familiar como en lo académico.
Ayúdales a hacerse conscientes tanto de lo que hacen como de lo que dejan de hacer.
Establece límites claros, así como las posibles consecuencias de sus actos.
Evalúa con ellos cómo están realizando sus deberes de casa y cómo se están desempeñando en el Colegio (vale la pena hacerlos valorar tanto el desempeño académico como la manera que se está relacionando con los demás).
Evalúa con ellos cómo están realizando sus deberes de casa y cómo se están desempeñando en el Colegio (vale la pena hacerlos valorar tanto el desempeño académico como la manera que se está relacionando con los demás).
La responsabilidad es un valor que se aprende e interioriza en el día a día. Si nuestros chicos tienen deberes o tareas asignadas, si son conscientes de lo que esperamos de ellos, si van realizando sus deberes y viven conforme a lo que les hemos indicado, si valoramos con ellos lo que hacen y viven, si reforzamos positivamente lo que han hecho bien, si les ayudamos a hacerse conscientes de lo que no ha resultado bien, si los dejamos que enfrenten las consecuencias de sus actos, seguramente estamos formando en ellos el valor de la responsabilidad y ellos lo están asimilando e interiorizando poco a poco. ¡Asumamos el reto de formarlos en la responsabilidad!
